La estructura económica de México ha cambiado profundamente en los últimos 10 años; hechos importantes como el control de la inflación y la estabilidad económica han permitido a los agentes económicos poder ofrecer créditos. Esta oportunidad ha favorecido el crecimiento económico del país y también ha cambiado los hábitos de consumo.
Los diferentes esquemas de crédito han facilitado a las familias, entre otras muchas cosas, la adquisición de su vivienda a través de créditos hipotecarios. Sin embargo, no existe una cultura financiera que les permita un buen manejo del crédito; esto es, como un financiamiento revolvente a corto plazo y no como un incremento de nuestros ingresos. Es importante aprender a valorar cual es el costo real del dinero y no generar deudas que eventualmente no se puedan pagar. Dice el proverbio popular
no hay dinero más caro que el que no se tiene. Evaluar correctamente el costo real que pagaremos por un producto nos acerca a un mejor manejo de nuestras finanzas personales.