La Actitud es un estado mental influenciado por nuestras experiencias, sentimientos, pensamientos y conductas. La actitud que transmitimos será la que generalmente recibiremos. Una actitud positiva ante la vida nos ayudará a tener siempre una visión mucho más optimista de la vida. La actitud que se toma frente a los problemas o sucesos que se te presentan cotidianamente es finalmente la que determina la dimensión e importancia de los mismos.
La actitud de servicio es la disposición que mostramos para con nuestros clientes internos y externos; influye para realizar nuestras actividades y nos permite facilitar u obstaculizar nuestro camino.
Según las estadísticas, el segundo factor más importante para el cliente en la evaluación sobre el servicio que recibe, es la actitud que los empleados le demuestran. Los clientes coinciden en que la actitud de servicio se mide en función del interés legítimo que muestran los empleados de resolverles el problema que se les ocasiona al incumplir con los compromisos adquiridos previamente.
Por otro lado, para que un cliente pueda percibir la actitud de servicio correcta en una persona, las empresas deben promover y fortalecer una cultura de servicio para lograr que se tenga todo el apoyo necesario para cautivar al cliente.