¿Qué tienen en común la implementación de un sistema informático, el desarrollo de un nuevo producto, el rediseño de un proceso de negocio y la construcción de una nueva planta de manufactura? Que todos ellos son proyectos. Esfuerzos temporales, con recursos humanos y financieros restringidos, enfocados en lograr una meta u objetivo específico.
Durante la mayor parte del Siglo XX, la administración de proyectos como tal, fue considerada de uso exclusivo de algunos ingenieros. Las herramientas y métodos desarrollados encontraron su campo de aplicación más fértil en proyectos grandes y complejos, tales como la construcción de presas, oleoductos o grandes instalaciones de manufactura, así como en el desarrollo de artefactos de guerra, como aviones, barcos y armas sofisticadas.
Hoy en día, la mayoría de las organizaciones reconocen que la Administración de Proyectos como disciplina tiene mucho que ofrecer al crecimiento y éxito de sus estrategias de negocio. “Los proyectos son la clave en esta nueva era de competencia global”.